Jesús, Yo En Ti Confío

Un Tapiz Francés



Una amiga chilena es creyente. Desde hace tiempo ella siempre me daba las palabras importantes en cada épocas difíciles de mi vida. Así es que mi corazón se curaba con esas palabras generosas, gracias a ella.

En diciembre del año pasado, ella me invitó a asistir a la misa de noche buena. Esa noche fue muy tranquila y el cielo claro llevaba la luna fina. La campana sonaba como si limpiara el aire se cubre a todos. Cuando caminando para volver a la casa de mi amiga, me sentía que yo no fuera sola.

Después de la cena, hicimos un intercambio de regalos y su hijo hermoso me regaló una tarjeta que lleva las palabras de los santos. Me llamó mucho la atención por una cuyas palabras dicho Jesús. Voy a anotar aquí una carta (?) de parte de Jesús para que sepan.

¨Jesús, Yo En Ti Confío¨

¿Por qué te agitas y confundes por los problemas que te trae la vida? Déjame el cuidado de todas tus cosas y se irán tomando mejores. Cuando te abandones en mí, todo se resolverá con tranquilidad según mis designios.

No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. En lugar de eso, cierra los ojos de tu alma y con paz dime ¨Jesús, yo en ti confío¨.

Evita esas preocupaciones que te angustian al querer comprender las cosas que te suceden. No arruines mis planes, queriéndome imponer tus ideas. Déjame ser Dios y actuar libremente en tu vida.

Abandónate confiadamente en mí. Reposa en mí y deja en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente: ¨Jesús, yo en ti confío¨.

Lo que más te lastima es cuando tratas de razonarlo todo de acuerdo a tus propias ideas e intentas resolver tus problemas a tu manera.

Cuando me digas ¨Jesús, yo en ti confío¨, no seas como el paciente que le pide al doctor que lo cure, pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo. Yo te amo.

Si crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración, sigue confiando en mí. Cierra los ojos de tu alma y continúa diciendo a cada momento: ¨Jesús, yo en ti confío¨.

Necesito mis manos libres para poder manifestarte mis bendiciones. No ates mis manos con tus preocupaciones inútiles. El demonio quiere que te frustres, hacerte sentir triste, angustiarte, quitarte la paz.

Confía en mí, descansa en mí, abandónate a mí. Yo hago milagros en la medida en que tú te abandonas a mí y de acuerdo a la fe que me tienes. Así que no te preocupes, dame todas tus angustias y duerme en paz y dime siempre "Jesús , yo en ti confío". Y verás grandes milagros.

Te lo prometo con todo mi amor,

Jesús


Gracias a ti.