Los personajes en la obra “Hombres de maíz” de Miguel Ángel Asturias cobran vida en las experiencias de Rigoberta Menchú. Le marco cinco estrellas por regalarnos un vistazo a la vida indígena en Guatemala.
Las memorias de Rigoberta Menchú están arraigadas en la cultura guatemalteca, las costumbres de los Quiché y las añoranzas de su comunidad. Aprendemos de las ceremonias para los nacimientos, las bodas y casamientos, la siembra y la cosecha, el respeto a los antepasados, la convivencia con la muerte, y la conmemoración de sus antepasados con raigambre en las fiestas de la iglesia católica.
La vida de Rigoberta no fue fácil. Se lanzó de activista al darse cuenta de que “…no tuve niñez, no tuve infancia, no tuve escuela, no tuve suficiente comida para crecer, no tuve nada…” Desde una tierna edad, trabajaba en las fincas para ayudar a la familia con los centavos que ganaba. Luego se fue a la ciudad y pasó hambre y humillación como sirvienta. No tuvo ninguna educación formal, aunque se instruyó como catequista. Su hermano fue el primero en su familia de morir torturado. Luego su padre padeció en un incendio después de ser baleado junto con otros compañeros que reclamaban en la embajada española. A su madre la violaron y torturaron como a su hijo y por temor a represalias, no pudieron recuperar los cuerpos. Finalmente, Rigoberta renunció a sus novios para dedicarse a la lucha y la persiguieron hasta el exilio en México.
La concientización de las comunidades indígenas fue complicada porque había tres etnias principales que hablaban distintos idiomas y tenían diferentes costumbres. Paradójicamente su lenguaje común era el castellano, pero no lo hablaban fácilmente ni lo escribían. Se dieron cuenta que los poderosos se aprovechaban de esa debilidad para engañarlos y Menchú se comprometió a dominar el español para defenderse. También tuvo que aclararse quienes eran sus compañeros y quienes eran los enemigos. Buscó aliados entre los ladinos pobres porque también sufrían, aunque a la vez discriminaban contra los indígenas. Las condiciones requerían que todos participen en la lucha contra las grandes corporaciones y los terratenientes. Así nació el Comité de Unidad Campesina (CUC).
Es natural que haya tensión entre las complejidades de la vida. Menchú tuvo que aprender el español para defender su lengua nativa y su cultura. Como una devota cristiana, tuvo que creer que Dios “no está de acuerdo con el sufrimiento que vivimos” y reconciliar sus creencias con el respeto a sus antepasados. Como mujer tuvo que superar los perjuicios de su propia comunidad para liderar la lucha revolucionaria.
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eltonsmith
Mujer de maíz y de la tierra
2024年1月18日にアメリカ合衆国でレビュー済みAmazonで購入
Alma
Excelente
2023年12月1日にメキシコでレビュー済みAmazonで購入
Viviane
Super !!
2020年8月26日にフランスでレビュー済みAmazonで購入
Borja Naranjo Cerpa
Rigoberta Menchúa
2013年8月3日にスペインでレビュー済みAmazonで購入
Monique M. Tulloch
Brilliant
2013年2月7日に英国でレビュー済みAmazonで購入
